How we improve a chatbot today? instead of creating a model of the mind, just use the universe to test the answers: the reaction of one person, a thousand, a million.. that’s how a reinforcement learning chatbot would learn today. Now, let’s apply the ergodic principle. Suppose that instead of learning over time , you learn over zillions of simultaneous trials. Now suppose on top of that, that you can try an answer not over a million, not over a googolplex of people, but on an infinity of individuals. All the individuals that compose the multiverse. Suppose that the chatbot don’t even CARE about the “meaning” of the conversation, but instead of making the person smile, and be happy, and think the chatbot is intelligent - and not only right after its answer, but on all the multiverses that emerge from that interaction (perhaps also towards the past.. but I digress). The point is: meaning may emerge by a blind measure of a single quantity , the purpose of the co...
Uno de los fragmentos más conocidos y nombrados de En busca del tiempo perdido tiene lugar en la primera de las obras, Por el camino de Swann, cuando el narrador rememora recuerdos de su infancia al comer una magdalena con una taza de té, ya que asocia el sabor, la textura y el aroma de la magdalena con ese mismo estímulo vivido años atrás, en la niñez, pasados en los viajes que hacía con sus padres a la casa de la tía Leoncia. Con ello, una vulgar magdalena se ha convertido en el símbolo proustiano del poder evocador de los sentidos. Durante los siguientes seis tomos, el protagonista proustiano se encontrará una y otra vez con esta especie de epifanía sensorial y mnemónica que le llevará a lugares de su memoria que estarán vedados a la simple rememoración sistemática. Esta experiencia del «tiempo puro», como la llama Maurice Blanchot, configurará la estructura de la novela hasta su tomo final de El tiempo recobrado, cuando la misma experiencia de evocación de la magdalena se repita en otras formas y a partir de otros estímulos, y lleve al narrador y a los lectores al mismo instante de gestación que ha dado inicio a toda la saga. El «tiempo puro» de la narración ficcional, mezclado en una compleja ecuación narrativa con el «tiempo destructor» de un Marcel Proust que agoniza y escribe perseguido por la certeza de su mortalidad, hacen que la experiencia puramente estética y sensorial de la magdalena adquiera una densidad llena de referentes reales atravesados por la experiencia profundamente humana del tiempo y su poder deletéreo sobre los hombres, del mismo modo en que el arte da en rescatar y purificar la belleza de la vida cotidiana, pero necesita de esta misma cotidianidad para cubrirse de sentido. En el evento de la magdalena y el té, Proust logra resumir las íntimas contrariedades del objeto estético en su relación con la vida, la muerte y la memoria.
ReplyDelete(robado de wikipedia , que a veces lo dice mejor que yo... no siempre).